Benito Quinquela Martín pintor y muralista argentino.
El 20 de marzo de 1890 fue dejado en la Casa de Expósitos un niño que se suponía había nacido tres semanas antes, es por eso que el día de su nacimiento fue consignado como el 1º de marzo.
Fue bautizado con los nombres de Benito Juan y se le asignó el apellido Martín. Su primer nombre fue en razón de ser bautizado el día de San Benito Abad, el 21 de marzo. Casi ocho años después, el 16 de noviembre de 1897 es adoptado por el matrimonio formado por Manuel Chinchella y Justina Molina, quienes vivían en la Boca del Riachuelo, donde vivió toda su vida el maestro.
Cursó tan solo los dos primeros grados de la primaria, y luego se dedicó a repartir el carbón que sus padres vendían a los vecinos del barrio.
Los padres de Benito tenían una carbonería y él hacía el reparto, pero cuando le sobraba un ratito, Benito se quedaba observando los barcos que venían y partían y a veces sacaba un pedacito de carbón de la bolsa y se ponía a dibujar en una baldosa o alguna pared el barco que más le había gustado. Así creció y como todos los jóvenes de su barrio, comenzó a trabajar en el puerto y un día decidió tomar clases de pintura y cada vez le dedicaba más tiempo a sus cuadros.
Siguiendo los dichos de un poeta “pinta tu aldea y pintarás el mundo”, Benito pintó una y otra vez el puerto de La Boca: lo pintó un día de sol cuando los colores son brillantes; lo pintó al atardecer teñido de naranja y también lo pintó de gris un día de tormenta; también pintó el Riachuelo bajo las llamas durante un gran incendio.
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Día de sol en La Boca. Buques en descarga
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Día gris. Óleo sobre tela |
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Incendio del petrolero San Blas |
Con un estilo naturalista, la temática de su obra giró en torno a los barcos y a los trabajadores portuarios. A través de su pincel, plasmó la belleza del puerto con la dureza de las condiciones laborales de la época.
Entonces buscó amigos y juntos eligieron una calle justo al lado del Riachuelo, era cortita, de solo dos cuadras, estaba abandonada y decidieron pintar las casas de verde, de rojo y de amarillo y llenaron las veredas con esculturas y justo pasó alguien por allí tarareando un tango ; así nació el Caminito de La Boca.
Fue además un notable filántropo y donó en su barrio terrenos para la construcción de escuelas y establecimientos de salud. Cedió al Estado gran parte de su obra y construyó el teatro de la Ribera.”
A continuación compartimos una propuesta para abordar en una sala de 4 o 5 años.
🎨“Conociendo a Quinquela Martín”
◈Fundamentación
- Favorecer el desarrollo de la sensibilidad estética y la apropiación del patrimonio cultural a partir del contacto con manifestaciones artísticas argentinas.
- Posicionar a las chicas y chicos como espectadores activos y también como productores de sus propias expresiones artísticas.
- Propiciar el desarrollo de la imaginación y la sensibilización para estimular las posibilidades de comunicación y de expresión, promoviendo el disfrute por dibujar, pintar.
- Reconocimiento de los elementos del lenguaje visual: formas, colores, texturas y su utilización en producciones plástico-visuales bidimensionales y tridimensionales.
- Identificación y apreciación de manifestaciones artísticas tradicionales como el dibujo, la pintura.
- Exploración y uso de distintas herramientas: pinceles, espátulas, esponjas, rodillos, palillos y otras herramientas disponibles en la sala.
- Realización de construcciones tridimensionales con objetos diversos y materiales descartados: cajas, envases varios, telas.
- Escuchar con interés y formular preguntas sobre el tema de conversación.
- Exponer de forma oral resultados de una indagación en la que haya participado.
- Leer a través del docente y comentar textos de diversos géneros con diferentes propósitos y en distintos soportes.
- Reconstrucción imaginaria del conocimiento social.
- Juego dramático: juego con escenarios y juguetes.
- Presentación del video “Huellitas: Quinquela Martín”.
- Conversación con preguntas disparadoras: ¿Qué vieron? ¿Qué pintaba? ¿Qué colores usaba?
- Aporte docente: datos biográficos sencillos (vivió en La Boca, pintaba el puerto, usaba carbón como su papá).
- Observación de diferentes cuadros del pintor.
- Análisis con preguntas: ¿Qué ven? ¿Qué colores predominan? ¿Cómo pintaba el agua y los barcos?
- Actividad plástica: experimentar mezclando témperas de colores primarios para obtener colores vibrantes.
- Lectura del cuento A Benito le gustan los barcos (Silvia Sirkis).
- Conversación sobre el uso del carbón en los dibujos de Quinquela.
- Producción plástica: dibujo de barcos con carbonillas en hojas grandes.
- Revisión de los dibujos con carbonillas.
- Pintarlos con témpera espesada con harina utilizando espátulas (o herramientas similares: tarjetas, paletas de helado).
- Escenario lúdico: recrear el puerto en la sala. Utilizar telas para simular el agua , armar y pintar barcos con los chicos utilizando papel de diario, de revistas, cajas de cartón, botellas, etc.
- Narración docente: retomar la narración del cuento A Benito le gustan los barcos donde se explica que cuando el puerto se mudó, La Boca se entristeció y perdió movimiento. Quinquela quiso devolverle la alegría y los colores al barrio, y así nació Caminito.
- Presentación de imágenes de Caminito actual: casas coloridas, murales, gente, músicos.
- Escenario lúdico: recrear Caminito en la sala: Colgar telas de colores simulando las casas . Escuchar tango/milonga de fondo.
- Juego simbólico: algunos niños son pintores que “colorean casas”, otros vecinos que caminan, otros músicos que acompañan.
- Producción plástica colectiva: Cada niño crea su propia “casita de Caminito” con cajas de cartón pintadas con témpera de colores. Luego se arma entre todos una maqueta o mural con la calle de Caminito .
- Armado de un mural o galería colectiva con las producciones.
- Diálogo sobre la experiencia (“¿Cómo se sintieron pintando como Quinquela?”).
- La participación activa en actividades de observación, diálogo, juego y producción.
- La capacidad de explorar materiales y técnicas (carbonilla, témpera, espátula).
- El reconocimiento de la obra de Quinquela y Caminito como parte del patrimonio cultural argentino.
- El disfrute en experiencias artísticas individuales, colectivas y lúdicas.
- Imágenes ilustrativas tomadas de Pinterest
- Lola recorre el Museo de Quinquela Martín
- Zamba: Excursión al Museo de Bellas Artes - Quinquela Martín - Canal Pakapaka
- Proyecto "El puerto" a partir de la observación de las obras de Quinquela Martín
- Biografía: